sábado, 6 de diciembre de 2008

Guerra del Diamante

El 1° de diciembre de 2000, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad una resolución sobre el papel de los diamantes en el fomento de los conflictos, rompiendo el vínculo entre la transacción ilícita de diamantes en bruto y los conflictos armados, como una contribución a la prevención y el arreglo de los conflictos (A/RES/55/56). Al examinar este tema del programa, la Asamblea General reconoció que los diamantes de zonas en conflicto eran un factor de importancia crucial en la prolongación de guerras brutales en algunas partes de África y destacó que los diamantes lícitos contribuían a la prosperidad y el desarrollo en otras partes del continente. En Angola y Sierra Leona, los diamantes de zonas en conflicto siguen financiando a los grupos rebeldes, a la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA) y al Frente Revolucionario Unido (FRU), grupos que actúan en contravención de los objetivos de la comunidad internacional de restaurar la paz en ambos países.


¿Qué es un diamante de zonas en conflicto?
Los diamantes de zonas en conflicto proceden de zonas controladas por fuerzas o facciones opuestas a gobiernos legítimos e internacionalmente reconocidos y se utilizan para financiar actividades militares en contra de esos gobiernos, o en contravención de las decisiones del Consejo de Seguridad.

¿Cómo distinguir un diamante ilícito de un diamante lícito?
El establecimiento de un régimen bien estructurado de "certificados de origen" puede ser una forma efectiva de garantizar que sólo los diamantes lícitamente obtenidos -es decir, los que proceden de zonas controladas por los gobiernos- lleguen al mercado. Es necesario que los Estados Miembros y la industria del diamante adopten formas adicionales de fiscalización para garantizar la efectividad de ese régimen. Esas medidas podrían comprender la introducción del certificado como norma en los países exportadores de diamantes, la transparencia, la comprobación de cuentas y la supervisión del régimen, así como nuevas leyes contra los que no cumplan lo dispuesto en él.

Marilyn Monroe cantaba que los diamantes son los mejores amigos de las mujeres... y parece que también de los traficantes de armas en África. Estas piedras preciosas han servido para financiar diversas guerras.Hay un intenso truque de carbonos cristalinos por armas.

Según Rory Anderson, miembro de la organización no gubernamental World Vision, el tráfico ilegal de diamantes mueve 60 mil millones de dólares al año y la mayor parte de ese dinero se destina a la compra de rifles de asalto, lanzacohetes, municiones, minas antipersonales; además se contratan mercenarios, se corrompen gobiernos y se fraguan golpes de Estado.

La venta de las gemas ilegales es muy sencilla y práctica, dado el tamaño de las piedras que no son detectadas en ningún aeropuerto y se cambian fácilmente por dinero en efectivo.

Hay desgarradores ejemplos de países que terminaron en cenizas tras guerras civiles por el control de las minas de diamantes.Sierra Leona es un botón de muestra. Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), este país africano es el más pobre del orbe. Allá la guerrilla del Frente Revolucionario Unido (FRU) se enfrentó en una de guerra de más de once años, con las fuerzas gubernamentales por el control de los campos de diamantes del norte y del este del país. Ambos bandos eran una banda de criminales más que dos ejércitos confrontados, que cometieron las peores barbaridades en contra de la población civil.

El conflicto inició en 1991 y los rebeldes empezaron con el robo de niños para convertirlos en soldados. Amnistía Internacional y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reaccionaron cuando la prensa mostró las fotos de niños y jóvenes a quienes se les habían amputado manos y brazos como castigo.

En Angola un diamante se vende por 20 dólares a una agencia local. Después, la piedra va cambiando de dueño y su valor crece hasta llegar a manos europeas o americanas. En la última fase del proceso, el diamante puede costar dos mil dólares a un cortador y después de que un joyero monta la pieza en un anillo o collar, al precio se le adhieren muchos cerosDe África viene el 70% de los diamantes del mundo y según las organizaciones humanitarias especializadas en ese continente, un millón de africanos trabajan en el sector y ganan menos de un dólar al día.

La mayoría de las compañías más importantes dueñas de las minas residen en Amberes y forman parte de la Diamond Trading Company, anteriormente llamada De Beers Consolidated Mines Ltd.

Los diamantes lícitos pueden contribuir a la prosperidad y el desarrollo.El establecimiento de un régimen bien estructurado de "certificados de origen" puede ser una forma efectiva de garantizar que sólo los diamantes lícitamente obtenidos y que hayan sido fiscalizados. La transparencia, la rendición de cuentas, la supervisión y castigos efectivos, pueden convertir el negocio de los diamantes en una fuente de bienestar para África.

No hay comentarios: